La polución destruyó los huesos, lo que imposibilitó la extracción de la osamenta: Montejano
Las descargas químicas de la zona industrial también afectan la salud de los arqueólogos, dijo
Se analizará una muestra del agua para determinar qué sustancia es la que afecta a los fósiles
EMILIANO DIAZ CARNERO
La excavación para desenterrar al mamut que fue encontrado el lunes pasado en la colonia de El Verde, en la Cuenca del Ahogado, del municipio de El Salto, fue cancelada por la alta contaminación del lugar, que destruyó los huesos, haciendo imposible su extracción, además de que pondría en riesgo la salud de los arqueólogos.
“El fósil, en lugar de tener una consistencia dura o pétrea debido a la fosilización natural que siempre ocurre, nos encontramos con que tiene una consistencia como de masa de tortilla; en términos coloquiales, está muy aguada la osamenta. Esto se debe a los lixiviados que emanan de la zona industrial, que descarga sus desechos en esta cuenca, donde los mantos freáticos y el agua de la superficie están contaminados”, explicó la arqueóloga Marisol Montejano, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La contaminación se debe a las descargas químicas de la zona industrial de El Salto, que desecha sosas, fosfatos, ácido clorhídrico, ácido sulfhídrico, óxido nitroso, entre otras, y no se sabe con exactitud cuál es la cantidad de las descargas y el grado de toxicidad de las mismas.
“Necesitamos saber qué les está ocurriendo a los fósiles con la contaminación de la presa del Ahogado, localizada en esta cuenca; estamos revisando a qué agente contaminante nos estamos enfrentando, tenemos que estar enterados de una buena vez qué está degradando los fósiles”, dijo.
La investigadora del INAH informó que ya tienen una muestra de agua para hacer análisis de su toxicidad y determinar cuál de todas las sustancias tóxicas que se descargan es la que está afectando a los fósiles, ya que, como informó, la cuenca tiene altas expectativas de ser muy rica en cuanto a la cantidad de fósiles que existen.
Ante la situación, la arqueóloga comentó que este caso puede servirles de prueba para las futuras excavaciones, por lo que resaltó la necesidad de determinar el grado de toxicidad de las sustancias para determinar cuál de todas es la que está afectando a los fósiles y poder contrarrestar el efecto, con el fin de que no se destruya este importante patrimonio natural de la nación.
Además, Montejano destacó que la contaminación pone en riesgo la salud de los investigadores, quienes mantienen un contacto directo con la tierra, el agua y los huesos que están contaminados.
“Es necesario saber la toxicidad de las sustancias que descarga la industria, ya que esto agrede la salud de los investigadores”.
En la trayectoria de la investigadora, es la primera vez que tiene que suspender una excavación por la alta contaminación del lugar, que impide rescatar la osamenta.
La arqueóloga del INAH dijo que, de ser cierto que se coloquen en la cuenca plantas de tratamiento, esperarían algunos años para ver si los niveles de contaminación han bajado y así, con posteriores estudios, determinar qué sustancias podría colocar el propio INAH en los huesos para que se consoliden y poder iniciar la extracción de las osamentas.
En la colonia Insurgentes, al sur de la misma cuenca, el INAH ha encontrado otra osamenta de mamut, la cual se encuentra en mejores condiciones debido a su lejanía de las descargas industriales a la presa del Ahogado, así como a sus condiciones topográficas, la cual se encuentra a seis metros de profundidad, a diferencia del metro y medio de la localizada en El Verde.
El mamut localizado en El Verde es de la especie Mammuthus Colombi, es un mamut adulto con una edad de entre 35 y 40 años que existió a finales del periodo geológico, conocido como pleistoceno tardío, con una antigüedad que oscila entre los 8 mil y 27 mil 500 años, según el reporte del Museo de Paleontología de Guadalajara.
El mamut, además de estar sin la consistencia sólida propia del proceso natural de fosilización por la degradación de la contaminación, se encontraba roto del cráneo, debido a que durante los trabajos que realiza el municipio para colocar el drenaje a la colonia El Verde se destruyó como 70 por ciento del cráneo por la abertura de la zanja para el drenaje.
La contaminación de la presa del Ahogado
La cuenca del Ahogado, que desemboca al río Santiago antes de la cascada de Juanacatlán, es receptora de las aguas residuales de la zona industrial de El Salto y de 815 litros por segundo de los drenajes municipales sin tratamiento que viene del sur de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Investigaciones sobre la calidad del agua hechas por académicos de la Universidad de Guadalajara demuestran que la cuenca del Ahogado contiene altas concentraciones de benceno y metales pesados como cromo, plomo, cobalto y arsénico, fuera de los límites de la norma mexicana, que han provocado graves daños al medio ambiente y puesto en riesgo la salud de la población de El Salto y de Juanacatlán, con una población de 83 mil 453 y 11 mil 792 habitantes, respectivamente.
Agencias internacionales como la Organización Mundial de la Salud, concluyen que el benceno, arsénico y cromo son causantes de cáncer, mientras que la exposición al plomo puede causar daños neurológicos permanentes.
El doctor Francisco Parra Cervantes, médico de la clínica número 5 del IMSS en El Salto, quien está elaborando el estudio Efectos en la salud del contaminante atmosférico ácido sulfhídrico en niños escolares de la localidad de Juanacatlán y El Salto, comentó al Movimiento de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (MAPDER): “nos damos cuenta de que el número de niños con malformaciones y con cáncer en la sangre (leucemia) ha aumentado exponencialmente, igual que el número de abortos por causa de la contaminación, esto es alarmante por los efectos que tendrá en las generaciones futuras de forma irreversible”.
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