Cuarta República
Germán Robles
19 de marzo de 2007
PEMEX quiebra sistematizada.
• Reembolsos lapidarios
• No hay más disyuntiva, el Estado conserva o pierde la rectoría.
Reembolsos lapidarios, son los que recibe Petróleos Mexicanos no obstante que la paraestatal ha aportado en los últimos nueve meses cerca de 497 mil 500 millones de pesos; y que además contribuyo con el 35% de los ingresos fiscales, esta empresa a cuentagotas apenas recibe menos del 5 por ciento como reembolso para proyectos de reinversión por parte del gobierno federal.
No obstante que durante 2005 fue aceptado el nuevo régimen fiscal de PEMEX, este apenas es un paliativo, sino que además es un insulto por el afluente de demandas requeridas por la empresa la cuál tiene una brutal obsolescencia en sus instalaciones. Aún con este régimen aprobado, el fondo del asunto sigue siendo crítico al grado que ni siquiera con estos recursos que otorga el gobierno (circa de 23 mil 500 millones de pesos anuales) resultarán suficientes, mucho menos se puede pensar en reinversión en infraestructura, vaya son migajas y los recursos disminuyen en proporción a la baja internacional de los precios del petróleo que estamos padeciendo.
La simulación legal es un problema dado que los grupos de derecha se han valido de leyes secundarias y lagunas legales con el fin de buscar y hacer concesiones, normas basadas en las indefiniciones y controversias constitucionales. La gravedad del asunto consiste en que los últimos gobiernos neoliberales, (siguiendo los vicios históricos del PRI como impronta de la paternalista tradición fiscal) se han encargado de explotar y exprimir a PEMEX; con una pésima política de sustentabilidad se ha medrado a la paraestatal hasta ponerla en una crisis terminal, después de haber tenido en los setentas reservas probadas hasta por 70 mil millones de barriles; hoy quedan sólo menos de 18 mil millones de barriles y a la tasa actual de consumo el petróleo se acabará en no más de diez años; de continuar la tendencia de explotación fiscal el país habrá dilapidado un activo que resulta de importancia estratégica y de seguridad nacional.
El gobierno acusa la falta de reformas, la absurda propaganda neoliberal arguye que no hay dinero; eso es una falacia, el motivo y la causa de esta crisis económica deviene de una pésima administración y política pública del modo de producción: aquí la responsabilidad pesa sobre los dos poderes tanto ejecutivo y legislativo; a cuál más de ineficientes tanto en la renovación jurídica como en la operatividad.
El gobierno foxista se encargo de tirar literalmente a la basura los ingresos de PEMEX, en una política irresponsable; los recursos del petróleo sólo sostienen a una pésima burocracia,- al gasto corriente- y miles de millones de pesos –de los excedentes- están volando sin justificación alguna. En los últimos años PEMEX había recibido como nunca grandes ingresos por venta del crudo, no obstante que no le produce un valor agregado, lo cuál es un suicidio, una estupidez para la economía y el equilibrio de cualquier empresa. Dinero que no fue reinvertido en forma estratégica hacia la paraestatal; socavación fehaciente sujeta a los intereses de los neoliberales. Con toda la saña los últimos gobiernos han buscado la quiebra intencional y sistemática de Pemex con el fin de propugnar por las excusas de la privatización y eliminación del papel del estado en la producción y distribución.
Que penoso es observar que cuando se tiene una empresa que bien podría catapultar el desarrollo integral del país; está este quebrada, la suma de sus activos globales es menor a la deuda adquirida. Se estima que en este año PEMEX adquirirá más de 9 mil 500 millones de dólares en deuda pública en los famosos PIDIREGAS; deuda contraída en los mercados bursátiles de los miserables mercachifles; tanto nacionales como extranjeros, que abusan de movilizar sus créditos porque saben que en el gobierno siempre tendrán un cliente fiel. Que incongruencia, existe una entrada histórica de divisas; empero no importando su volumen la política es pésima y antinacional, que no importando los beneficios Pemex seguirá siempre buscando deuda pública. En este caso los operadores que atan a Pemex en los mercados bursátiles son extranjeros, dado que constituyen un cerca del 60 por ciento de la deuda de la paraestatal. Las estúpidas políticas neoliberales nos impelen a la catafixia de oro por espejitos.
No conforme el gobierno mediante la SHCP extrae el 60.8 por ciento de sus ingresos por concepto de pago de derechos e impuestos, sin duda que la búsqueda intencionada en la quiebra de PEMEX se desnuda de inmediato; a fuerza de la explotación los neoliberales quieren justificar ineficiencia y falta de dineros; ergo, otorgar al mercachifle extranjero la privatización de un recurso fundamental. Ayer Ramírez Corzo clamaba por el rescate -privado- de PEMEX; hoy Reyes Heroles vuelve a repetir el gastado estribillo neoliberal por el cuál Lázaro Cárdenas se revuelca cada año en su tumba.
No hay mas disyuntiva, el estado conserva o pierde la rectoría. Lo fundamental en esta coyuntura y crisis petrolera es entender que se requiere la redefinición de los principios de la producción del petróleo, la cuál deberá estar sustentada por reformas que hagan de Pemex una empresa autosuficiente y moderna, haciendo más duro su marco de reembolsos fiscales; con una gestoría fuerte del estado orientada a su eficiencia como empresa y no a su explotación fiscal, como un mero objeto fiscalizable. Para ello se tendrá que buscar nuevas políticas sociales que detonen con fuerza el mercado interno; políticas que disminuyan el empleo informal y una geoestrategia política pensada en generar una coraza que proteja a Pemex de la ordeña y busque su eficacia operativa. El otro requerimiento- no menos importante- es una verdadera reforma fiscal, para que los grandes mercachifles no evaden ni eludan sus impuestos y así aumentar la recaudación –que le quitaría presión a PEMEX.- Por cada barril producido el gobierno debe comprometerse ha recuperar mediante inversión otro barril; la carga fiscal de PEMEX deberá llegar a un límite; es fundamental que la política pública se oriente hacia la producción interna de derivados y valores agregados del crudo.
Así también los legisladores. Deberán de una vez por todas drenar las lagunas legales; y demás controversias con el fin de que los viles mercachifles no tengan concesiones en base a leyes o normas secundarias; es fundamental es terminar con la simulación jurídica y siempre que esta favorezca el carácter inalienable del dominio estatal.
La propaganda neoliberal, acusa y desinforma con sus sofismas patéticos e injuriosas preguntas: "¿quién de los mexicanos tiene activos en PEMEX? ¿Tú Juan o Pedro tienen acciones en Pemex?" (sic) Que recursos ideológicos tan baratos. Ignoran- o no tanto- que el principio fundamental de Pemex (debe ser en la práctica) es ser una empresa por y para el pueblo; no de el pueblo en sí; como tampoco por y para el estado en sí: es el carácter de "para el pueblo" el fiel de la balanza, pero para que rinda Pemex buenos réditos hacia la sociedad deberá ser eficiente y obedecer a políticas integrales y leales no sólo al principio constitucional, sino al valeroso y honesto servicio público y fines legítimos de la nación.
El mundo exterior y su vanagloriada "globalización" (eufemismo de desnacionalización y concentración de capitales); como buitres están en busca del petróleo. Los perros mercachifles ven sólo por su interés comercial y pecuniario; nada les importará el país donde se encuentran sus empresas ; el capital busca a toda costa, a fuego y sangre de ser preciso dominar los recursos estratégicos; México está en una disyuntiva energética; sin más propaganda, la diferencia entre la privatización o no privatización, es si el estado pierde o no su plena y total rectoría; ahí tienen el caso de Argentina que tiene sus bienes públicos hipotecados a los “macro sacros reformistas” españoles.
México tiro a la basura los ingresos petroleros literalmente. El tiempo se agota, al igual que el petróleo, vendrán tiempos de redefiniciones; o confirmamos nuestra soberanía y principios sociales; o se va al garete nuestras conquistas históricas a manos del capital extranjero; con lo cuál se nos va la patria y pasaremos a ser un estado libre asociado de un extraño imperio.
Germán Robles
19 de marzo de 2007
PEMEX quiebra sistematizada.
• Reembolsos lapidarios
• No hay más disyuntiva, el Estado conserva o pierde la rectoría.
Reembolsos lapidarios, son los que recibe Petróleos Mexicanos no obstante que la paraestatal ha aportado en los últimos nueve meses cerca de 497 mil 500 millones de pesos; y que además contribuyo con el 35% de los ingresos fiscales, esta empresa a cuentagotas apenas recibe menos del 5 por ciento como reembolso para proyectos de reinversión por parte del gobierno federal.
No obstante que durante 2005 fue aceptado el nuevo régimen fiscal de PEMEX, este apenas es un paliativo, sino que además es un insulto por el afluente de demandas requeridas por la empresa la cuál tiene una brutal obsolescencia en sus instalaciones. Aún con este régimen aprobado, el fondo del asunto sigue siendo crítico al grado que ni siquiera con estos recursos que otorga el gobierno (circa de 23 mil 500 millones de pesos anuales) resultarán suficientes, mucho menos se puede pensar en reinversión en infraestructura, vaya son migajas y los recursos disminuyen en proporción a la baja internacional de los precios del petróleo que estamos padeciendo.
La simulación legal es un problema dado que los grupos de derecha se han valido de leyes secundarias y lagunas legales con el fin de buscar y hacer concesiones, normas basadas en las indefiniciones y controversias constitucionales. La gravedad del asunto consiste en que los últimos gobiernos neoliberales, (siguiendo los vicios históricos del PRI como impronta de la paternalista tradición fiscal) se han encargado de explotar y exprimir a PEMEX; con una pésima política de sustentabilidad se ha medrado a la paraestatal hasta ponerla en una crisis terminal, después de haber tenido en los setentas reservas probadas hasta por 70 mil millones de barriles; hoy quedan sólo menos de 18 mil millones de barriles y a la tasa actual de consumo el petróleo se acabará en no más de diez años; de continuar la tendencia de explotación fiscal el país habrá dilapidado un activo que resulta de importancia estratégica y de seguridad nacional.
El gobierno acusa la falta de reformas, la absurda propaganda neoliberal arguye que no hay dinero; eso es una falacia, el motivo y la causa de esta crisis económica deviene de una pésima administración y política pública del modo de producción: aquí la responsabilidad pesa sobre los dos poderes tanto ejecutivo y legislativo; a cuál más de ineficientes tanto en la renovación jurídica como en la operatividad.
El gobierno foxista se encargo de tirar literalmente a la basura los ingresos de PEMEX, en una política irresponsable; los recursos del petróleo sólo sostienen a una pésima burocracia,- al gasto corriente- y miles de millones de pesos –de los excedentes- están volando sin justificación alguna. En los últimos años PEMEX había recibido como nunca grandes ingresos por venta del crudo, no obstante que no le produce un valor agregado, lo cuál es un suicidio, una estupidez para la economía y el equilibrio de cualquier empresa. Dinero que no fue reinvertido en forma estratégica hacia la paraestatal; socavación fehaciente sujeta a los intereses de los neoliberales. Con toda la saña los últimos gobiernos han buscado la quiebra intencional y sistemática de Pemex con el fin de propugnar por las excusas de la privatización y eliminación del papel del estado en la producción y distribución.
Que penoso es observar que cuando se tiene una empresa que bien podría catapultar el desarrollo integral del país; está este quebrada, la suma de sus activos globales es menor a la deuda adquirida. Se estima que en este año PEMEX adquirirá más de 9 mil 500 millones de dólares en deuda pública en los famosos PIDIREGAS; deuda contraída en los mercados bursátiles de los miserables mercachifles; tanto nacionales como extranjeros, que abusan de movilizar sus créditos porque saben que en el gobierno siempre tendrán un cliente fiel. Que incongruencia, existe una entrada histórica de divisas; empero no importando su volumen la política es pésima y antinacional, que no importando los beneficios Pemex seguirá siempre buscando deuda pública. En este caso los operadores que atan a Pemex en los mercados bursátiles son extranjeros, dado que constituyen un cerca del 60 por ciento de la deuda de la paraestatal. Las estúpidas políticas neoliberales nos impelen a la catafixia de oro por espejitos.
No conforme el gobierno mediante la SHCP extrae el 60.8 por ciento de sus ingresos por concepto de pago de derechos e impuestos, sin duda que la búsqueda intencionada en la quiebra de PEMEX se desnuda de inmediato; a fuerza de la explotación los neoliberales quieren justificar ineficiencia y falta de dineros; ergo, otorgar al mercachifle extranjero la privatización de un recurso fundamental. Ayer Ramírez Corzo clamaba por el rescate -privado- de PEMEX; hoy Reyes Heroles vuelve a repetir el gastado estribillo neoliberal por el cuál Lázaro Cárdenas se revuelca cada año en su tumba.
No hay mas disyuntiva, el estado conserva o pierde la rectoría. Lo fundamental en esta coyuntura y crisis petrolera es entender que se requiere la redefinición de los principios de la producción del petróleo, la cuál deberá estar sustentada por reformas que hagan de Pemex una empresa autosuficiente y moderna, haciendo más duro su marco de reembolsos fiscales; con una gestoría fuerte del estado orientada a su eficiencia como empresa y no a su explotación fiscal, como un mero objeto fiscalizable. Para ello se tendrá que buscar nuevas políticas sociales que detonen con fuerza el mercado interno; políticas que disminuyan el empleo informal y una geoestrategia política pensada en generar una coraza que proteja a Pemex de la ordeña y busque su eficacia operativa. El otro requerimiento- no menos importante- es una verdadera reforma fiscal, para que los grandes mercachifles no evaden ni eludan sus impuestos y así aumentar la recaudación –que le quitaría presión a PEMEX.- Por cada barril producido el gobierno debe comprometerse ha recuperar mediante inversión otro barril; la carga fiscal de PEMEX deberá llegar a un límite; es fundamental que la política pública se oriente hacia la producción interna de derivados y valores agregados del crudo.
Así también los legisladores. Deberán de una vez por todas drenar las lagunas legales; y demás controversias con el fin de que los viles mercachifles no tengan concesiones en base a leyes o normas secundarias; es fundamental es terminar con la simulación jurídica y siempre que esta favorezca el carácter inalienable del dominio estatal.
La propaganda neoliberal, acusa y desinforma con sus sofismas patéticos e injuriosas preguntas: "¿quién de los mexicanos tiene activos en PEMEX? ¿Tú Juan o Pedro tienen acciones en Pemex?" (sic) Que recursos ideológicos tan baratos. Ignoran- o no tanto- que el principio fundamental de Pemex (debe ser en la práctica) es ser una empresa por y para el pueblo; no de el pueblo en sí; como tampoco por y para el estado en sí: es el carácter de "para el pueblo" el fiel de la balanza, pero para que rinda Pemex buenos réditos hacia la sociedad deberá ser eficiente y obedecer a políticas integrales y leales no sólo al principio constitucional, sino al valeroso y honesto servicio público y fines legítimos de la nación.
El mundo exterior y su vanagloriada "globalización" (eufemismo de desnacionalización y concentración de capitales); como buitres están en busca del petróleo. Los perros mercachifles ven sólo por su interés comercial y pecuniario; nada les importará el país donde se encuentran sus empresas ; el capital busca a toda costa, a fuego y sangre de ser preciso dominar los recursos estratégicos; México está en una disyuntiva energética; sin más propaganda, la diferencia entre la privatización o no privatización, es si el estado pierde o no su plena y total rectoría; ahí tienen el caso de Argentina que tiene sus bienes públicos hipotecados a los “macro sacros reformistas” españoles.
México tiro a la basura los ingresos petroleros literalmente. El tiempo se agota, al igual que el petróleo, vendrán tiempos de redefiniciones; o confirmamos nuestra soberanía y principios sociales; o se va al garete nuestras conquistas históricas a manos del capital extranjero; con lo cuál se nos va la patria y pasaremos a ser un estado libre asociado de un extraño imperio.
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